La Nueva Fábrica se complace en invitarte a la apertura de Margarita Azurdia, un universo documentado el sábado 18 de noviembre de 4-8 p.m., con una visita guiada por la curadora de la muestra, Rossina Cazali, a las 6 p.m.

Margarita Azurdia: un universo documentado reúne más de 150 documentos, obras y objetos personales—algunos a exhibirse por primera vez—pertenecientes al acervo de la artista Margarita Azurdia. La exhibición ha sido encargada por La Nueva Fábrica y es curada por Rossina Cazali.

Margarita Azurdia (1931-1998), conocida también como Margot Fanjul, fue una de las artistas guatemaltecas más relevantes de mediados de la década de 1960. Sus obras más conocidas son una serie de pinturas abstractas de gran formato, con combinaciones de colores inusuales y formas geométricas—principalmente rombos—que se inspiraban en los diseños textiles originarios de Guatemala. A mediados de los años setenta incursionó en el arte no objetual y produjo una serie de esculturas fantásticas que, bajo el nombre de Homenaje a Guatemala, consiste en tallas en madera policromadas y adornadas con vestimentas, objetos de cerámica, plumas y otros elementos que recuerdan los altares del altiplano guatemalteco.

En 1976, Azurdia decidió establecerse en París donde residió por ocho años y se acercó a los movimientos feministas, corrientes de expresión como el body art y medios como la poesía, los libros de artista y el dibujo. A su retorno a Guatemala en 1984 formó el proyecto denominado Laboratorio de Creatividad con los artistas Benjamín Herrarte y Fernando Iturbide, con quienes exploró el movimiento corporal además de la relación de la danza con lo ritual y lo sagrado. De los años sesenta hasta mediados de los años noventa, articuló una obra que aúne arte y poesía con la espiritualidad y la naturaleza.

Mostrando parte del acervo documental de Margarita, la exposición sugiere nuevas formas de pensar la obra y vida de Margarita Azurdia. El proyecto pone de relieve una práctica artística que Azurdia fue elaborando lentamente a lo largo del tiempo. La importancia de recrear el momento cultural de la artista motivó la inclusión en la exposición de una serie de obras de sus contemporáneos, ya sea por sus intereses, estética, complicidades o amistad, entre los que se encuentran Daniel Shafer, Luis Díaz, Jamie Bischof y Joyce “de Guatemala” Vourvoulias.

La puesta en escena de textiles u objetos coleccionados por ella, a la par de sus obras, es una forma de abrir sugerencias y conclusiones sobre las obsesiones de Azurdia. Sus dibujos— particularmente de la serie sobre su infancia—muestran una frontera difusa entre arte y documentación. A través de la acumulación de documentos, imágenes y videos que se encuentra en los archivos del artista, el público está invitado a explorar, divagar, establecer diálogos y conexiones con la radical modernidad del trabajo de Azurdia y con las coordenadas, los contextos, complejidades y conflictos que incidieron en su trayecto artístico y que son parte ineludible de su universo creativo.

La exposición es posible por el generoso préstamo de Milagro de Amor, la organización que custodia la obra y el archivo de Margarita Azurdia, dirigida por la nieta de la artista, Niki Fanjul. 

Imagen cortesía de Milagro de Amor.

Nota de prensa de la exposición, AQUÍ.