Haciendo uso de la teoría del juego de Johan Huizinga, las concepciones poéticas y fenomenológicas de Gaston Bachelard, las ideas del “Creocio” de Helio Oiticica y el ensayo sobre “La Risa” de Henri Bergson, El Colectivo lleva la teoría del arte contemporáneo (y la práctica) al espacio público de una forma democrática y participativa, haciendo intervenciones que se transforman en acciones poéticas, colectivas y en piezas de arte efímeras. 

En su proyecto Formas de Esculpir: prendas para jugar, los artistas consideran la idea de los espacios íntimos y de las dinámicas que suceden dentro de estos en la cotidianidad. También se interesan por la manera en que configuramos estos espacios y en los posibles significados que puede tener el uso que le damos a los objetos cotidianos fuera de su marco estrictamente funcional.

Para la realización del proyecto, se hizo una convocatoria a personas interesadas en permitir la documentación del “desorden” de su habitación, enfocados principalmente en la acumulación de ropas y accesorios que se generan sobre las sillas de escritorio u otros muebles (closet) en los espacios privados de los participantes.

La visión de la obra interpreta estas configuraciones desordenadas como procesos escultóricos íntimos y efímeros, que desembocan en la creación de imágenes contemporáneas. Este “ejercicio escultórico” puede ser encontrado y documentado, así como cualquier persona interesada entra al juego de permitirse crear una “escultura” de ropa durante un tiempo determinado (1 a 2 semanas), para luego ser documentado en fotografía análoga.

Podemos entender estas esculturas como construcciones inocentes y accidentales dentro del pensamiento contemporáneo, pero cabe destacar que también poseen una fuerte sensación de personalidad y de intimidad. No solamente cada pieza es única en el tiempo y en el mismo espacio, sino que cada una es una representación directa del sujeto escultor de estas piezas. 

La exposición in situ presento una serie de esculturas de ropas y accesorios, a manera de “recreación” de las formas originales encontradas en las habitaciones privadas de los otros participantes. También, acompañando las esculturas, se mostraron las fotografías que documentaron las esculturas realizadas en las casas de los primeros participantes, mostrando los espacios íntimos y las construcciones espontáneas en las sillas.

El Colectivo está conformado por los artistas: José Oquendo (1993) y Christopher Torres Ticas (1993) actualmente viven y trabajan en la Ciudad de Guatemala. Ambos artistas son Licenciados en Arte, y poseen estudios en performance, curaduría, investigación artística, agenciamiento cultural, y fotografía.