La Nueva Fábrica se complace en anunciar Ru Raxal qa Rayb’äl (El verdor de nuestro deseo), la primera exposición individual institucional de Edgar Calel en Guatemala. El proyecto está curado por Edgar Calel e Ilaria Conti, directora ejecutiva de La Nueva Fábrica, en colaboración con la familia Calel y el equipo de La Nueva Fábrica (LNF).
La obra de Edgar Calel
Edgar Calel ancla su obra en las cosmovisiones mayas kaqchikeles que emanan de la vida familiar y comunitaria en su pueblo natal de Chi Xot (San Juan Comalapa). El artista honra y mantiene el alimento espiritual, físico y emocional-afectivo, tanto como el conocimiento comunitario, que le han otorgado su tierra, su familia y sus antepasados. Su sutil y a veces humorística práctica funciona a través de estrategias conceptuales tanto como sensoriales.
La exposición
Ru Raxal qa Rayb’äl (El verdor de nuestro deseo) forma parte del ciclo de exposiciones 2024-2025 de LNF y presenta una serie de instalaciones vivas y constantemente cambiantes que acercan diversas nociones y prácticas de sanación. El proyecto es una ofrenda creada por Calel para acoger al público de LNF en un espacio de contemplación y sentipensar que implica múltiples formas de dar sentido al mundo.
Las obras e instalaciones que se presentan parten, en palabras del artista, de “Prácticas que los pueblos nunca olvidaron en nuestro territorio. Estas prácticas nunca fueron apagadas y continúan siendo el centro de la vida”. Las obras son invitaciones a buscar formas de sanación íntimas, comunitarias y sociales.
El título de la exposición hace referencia al deseo de “volver” a una naturaleza que es fuente de conocimiento, espiritualidad, alimento y protección, a pesar de la explotación de la tierra, del agua y del paisaje que ha sido central a 500 años de dinámicas coloniales en Guatemala.
Ru Raxal qa Rayb’äl ofrece momentos interconectados de contemplación, intimidad, y relacionalidad. La exposición no pretende crear una representación visual de la espiritualidad, sino que invita al público a acercarse a formas de cuidado comunal basadas en la reciprocidad.
Las obras presentadas
La exposición presenta una serie de instalaciones nuevas junto a obras preexistentes.
El público es recibido por la instalación Rute’ q’aq / Madre del fuego (2024), en la que el artista dibuja en arcilla y carbón la cocina de su abuela; donde se reúne la familia, se enciende el fuego y se prepara la comida. Este gesto da la bienvenida al público mediante una calidez y reciprocidad que marcan la intencionalidad de la exposición. Aquí, Calel busca conceptualmente deconstruir algunas de las barreras que caracterizan a los espacios artísticos. En sus palabras: “En el mundo del arte nadie te invita a su casa, cerca del fuego”. La instalación de apertura de Ru Raxal qa Rayb’äl pretende cambiar esta dinámica. También se invita a miembrxs del público a llevar consigo una ofrenda de frutas y flores, y a recibir una pequeña piedra para llevar en la mano durante su visita. Al final del recorrido de la exposición, se les pide que devuelvan la piedra y contribuyan a la creación de un “archivo” de las energías que han atravesado la exposición. Mediante este pequeño gesto, Calel centra la atención en la piedra como compañera y fuente de conocimiento.
Esta noción se amplía en la segunda galería de la exposición, a través de Qa K’obomanik Roma ri qa K’aslem / Nuestras ofrendas por nuestras vidas (2024), parte de una serie de instalaciones en las que Calel honra a sus ancestrxs mediante ofrendas de frutas, verduras y plantas medicinales sobre piedras que han pertenecido a la familia Calel durante generaciones. Este acto de agradecimiento es una fuente de conocimiento espiritual y material que atestigua la resiliencia con la que los conocimientos ancestrales han sido protegidos por los pueblos maya. Una serie de obras pintadas y dibujadas complementa la reflexión del artista sobre el conocimiento y la espiritualidad derivados de la naturaleza y la familia. Entre ellas, Ru Raxal qa Rayb’äl / El verdor de nuestro deseo (2024) rinde homenaje al bosque como espacio seguro de alimentación y comunión con la naturaleza. Como luciérnagas son cada uno de mis pasos (2024) materializa la sabiduría de la tierra y de las relaciones familiares a través de los pasos de los miembros de la familia de Calel que brillan en la oscuridad del bosque. Al igual que E qa rik’ik’en ri cholaj richin ni qi k’ ul ri nab’ey taj Job’ / Estiramos los surcos para que reciban las primeras lluvias (2024), un dibujo en carboncillo que invita a el público a ver la tierra trabajada y preparada para sembrar los alimentos—como el maíz y frijol—que sustentan la vida. Como menciona Edgar “Me gusta que con pocos trazos se pueda compartir el deseo de dar continuidad a la vida al asegurarse los alimentos.”
El recorrido termina en el tercer espacio de la galería con Ru naq’ Q’aq’ / Semillas de fuego (2024), una instalación que invita al público a sentarse junto al fuego y, a través del acto de dibujar, a contemplar una constelación de 13 velas. Al salir, lxs visitantes pueden llevar consigo una vela y colgar sus dibujos en las paredes de la galería; contribuyendo así a un “autorretrato” coral centrado en el poder transformador del fuego.
Una serie de programas públicos comisariados por Edgar Calel en colaboración con La Nueva Fábrica se desarrollarán a lo largo de la exposición para abordar las prácticas e inquietudes del proyecto y reforzar el carácter recíproco y participativo de la exposición.
Nota de prensa de la exposición, AQUÍ.
Edgar Calel (Chi Xot—San Juan Comalapa—, Guatemala, 1987) estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla y trabaja con una variedad de medios. Su obra explora las complejidades en torno a la experiencia indígena, vista a través de la cosmovisión, los rituales, prácticas comunitarias y creencias del pueblo Maya Kaqchiquel, contrapuestas con el racismo sistémico y la exclusión que vive la población indígena en Guatemala a diario.
En el 2023 realizó B’alab’äj (Piedra jaguar)—su primera exposición individual institucional—en SculptureCenter, New York. En el 2021 realizó Pa ru tun che´ (En la copa de los árboles), su primera exhibición individual, en Proyectos Ultravioleta, Ciudad de Guatemala. Adicionalmente ha participado en numerosas exposiciones colectivas incluyendo Radical Playgrounds: From Competition to Collaboration, Berliner Festspiele, Berlin, Alemania (2024);Choreographies of the Impossible, 35th São Paulo Biennial, São Paulo, Brasil (2023); uMoya: The Sacred Return of Lost Things, 12th Liverpool Biennial, Liverpool (2023); Soft and Weak Like Water, 14thGwangju Biennial, Gwangju (2023); Is It Morning for You Yet?, 58thCarnegie International, Pittsburgh (2022); The Crack Begins Within, XI Bienal de Berlín, Berlín (2020); Los Jardineros, Proyectos Ultravioleta, Ciudad de Guatemala (2020); Fuego continuo | Feu Continuel, Galería Nacional de Canadá, Ottawa, Ontario (2019); Centroamérica: deseo de lugar, Virginia Pérez-Ratton, MUAC Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Ciudad de México (2019).
Su obra se encuentra en las colecciones permanentes de Rijkscolectie – National Collection of the Netherlands; Museo Hammer, Los Angeles, EEUU; Tate, UK; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España; Galería Nacional de Canadá, Ottawa, Ontario; Fundación Teor/ética, San José, Costa Rica; MADC Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica; Kadist, San Francisco, EEUU. Adicionalmente ha participado en residencias artísticas en Tropical Papers (2021), Residência Rua do Sol, Portugal (2019) y en Lastro Research Platform, Brasil (2015), entre otras.
Sobre el ciclo de exposiciones 2024-2025 de La Nueva Fábrica
2024 marca los quinientos años de la llegada de los colonos españoles a lo que hoy llamamos Guatemala. En 1524, Pedro Alvarado llegó al altiplano guatemalteco y a la costa del Pacífico, iniciando el proceso colonial en la región. Para abordar tal ocurrencia histórica y los siglos de colonialidad que han moldeado y continúan moldeando a la sociedad guatemalteca de múltiples maneras, La Nueva Fábrica inaugura un ciclo de exposiciones y programación de un año de duración (junio 2024 – mayo 2025).
Durante este tiempo, buscamos ir más allá del mero discurso sobre la colonialidad y de exposiciones que aborden los temas coloniales sólo en cuanto al contenido, ya que la mayoría de nuestros públicos vive los efectos de la colonialidad en su vida cotidiana. En lugar de “ilustrar” a través de exposiciones lo que nuestros públicos ya conocen y experimentan a diario, queremos ir más allá del simple reconocimiento de la colonialidad e imaginar formas de re-existencia que sean oportunidades de encuentro comunitario y curación de heridas coloniales.
Creemos firmemente que los espacios de arte son contextos únicos en los que pueden pasar cosas que no encuentran lugar en la sociedad. Por ello, el programa de exposiciones 2024-2025 de LNF se centra en proyectos que fomentan nociones y prácticas de sanación. Estas exposiciones son ofrendas y espacios compartidos en los que podemos experimentar cuidar de nosotrxs mismxs y lxs demás, reflexionar sobre lo que nos afecta como individuos y como sociedades, y experimentar comunitariamente diversas formas de curación, ya sean espirituales, corporales, afectivas o epistémicas.
Cada exposición es un contexto en el que intervienen sentidos más allá de la vista y una invitación a experimentar formas diversas de crear significado. Las prácticas e inquietudes de cada proyecto se amplían a través de una serie de programas públicos presentados a lo largo de cada exposición.
Imagen: Edgar Calel, Como luciérnagas son cada uno de mis pasos XXX, 2024. [Detalle]. Fotografía de Margo Porres. Cortesía del artista y Proyectos Ultravioleta, Ciudad de Guatemala.