En abril de 2023, Cecilia Porras-Sáenz llegó a París tras haber sido elegida la ganadora de la primera beca organizada por MAZORCA. En su paso por la ciudad, caminó por el Jardín de Agronomía Tropical, vestigio del imperio colonial francés. Escuchó sobre los jardines sin gusanos ni insectos: una naturaleza diseñada exclusivamente para el ojo humano, en la versión más pura del jardin à la française. Conversamos acerca de las nuevas políticas de “re-salvajización” aplicadas por varias ciudades europeas – una ironía, vista desde el Trópico. Desarticuló el mito del “buen salvaje” de Rousseau; y observamos, a través del prisma del paisajista Gilles Clément, los ricos ecosistemas de los espacios que “dejamos ser”.
Cecilia, a su vez, sueña con un mundo en el que los humanos han pasado a un segundo plano. Obedeciendo a sus intuiciones, guiada por el mismo proceso creativo, se deja atrapar por ideas que se vuelven obsesivas hasta materializarse. La pieza crece en el muro de su estudio, se despliega y se transforma día a día, como animada por una vida propia. La “tigra” de su JARDÍN fue la primera en “imponer su existencia” en el lienzo. Apareció en pocos días: los gestos visibles que la componen dan testimonio del trabajo incesante de Porras-Sáenz. Poco a poco, la fue rodeando una vegetación rica y luminosa; reflejada en el agua al primer plano; y unas extrañas estructuras triangulares que, puestas al último plano, recuerdan vagamente la arquitectura de un invernadero que algún día existió.
Como mujer de teatro, en ocasión del estudio abierto que tuvo en París (junio 2023), Cecilia imaginó una instalación inmersiva con decenas de plantas, luces rosadas, un sonido oscilando entre ruidos de jardín paradisíaco y estridencias industriales mientras que ella, medio felino medio pájaro, se mecía en el único espacio de “domesticación”: la cocina del estudio. Muchos fueron los visitantes que salieron de la experiencia con la sensación de haber viajado a otras latitudes.
Al volver de Francia, La Nueva Fábrica acoge en íNTIMO, su espacio de proyectos, la obra producida en París. Aquí, el reencuentro del JARDÍN de Porras-Sáenz con esa tierra que la soñó se cubre de barro y de hojas secas. Y nos sigue cuestionando acerca del leve trecho entre domesticación y dominación; del poder de lo femenino, de esa fuerza implacable que emana de nuestra sangre; de la Tierra y de todos los seres vivos que nos observan y siguen siendo víctimas de una humanidad miope. Y nos ayuda a cultivar una visión no jerárquica hacia otras especies.
¿Y si, al final, JARDÍN nos invitara a explorar nuestra propia frontera? Esa que llevamos dentro, entre lo que nosotros mismos pretendemos controlar y lo que, en última instancia, nos guía a todos: nuestro ser salvaje.
Christina Chirouze Montenegro, Curadora
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